Una nota con una larga disculpa y 30 dólares para la gasolina fueron encontradas en un automóvil que supuestamente había sido robado y apareció un día después en el mismo lugar donde lo había dejado su propietaria, Erin Hatzi.
La historia comenzó cuando Erin llegó a su casa, estacionó su auto y un rato después, cuando su marido llegó, se dieron cuenta que el vehículo ya no estaba.
Rápidamente dieron el anuncio a la policía de Portland, Estados Unidos, y estos comenzaron a buscarlo, hasta que al otro día apareció junto a una nota de disculpas y dinero para la gasolina.
Resulta que una mujer lo había hurtado por error, pues ella debería hacerle el favor a su amiga de recoger un Subaru rojo (igual que el auto en cuestión) que estaría estacionado cerca de dicho lugar.
La ladrona explicó que accidentalmente se confundió de automóvil y que debido a que las llaves de los viejos modelos eran intercambiables, ella pudo llevárselo sin darse cuenta de su error.
La dueña del Subaru, luego de recuperarlo, publicó las imágenes registradas por las cámaras de seguridad y la nota que la despistada mujer dejó.
No se levantaron cargos y todo quedó en una extraña e insólita historia con final feliz.
La historia comenzó cuando Erin llegó a su casa, estacionó su auto y un rato después, cuando su marido llegó, se dieron cuenta que el vehículo ya no estaba.
Rápidamente dieron el anuncio a la policía de Portland, Estados Unidos, y estos comenzaron a buscarlo, hasta que al otro día apareció junto a una nota de disculpas y dinero para la gasolina.
Resulta que una mujer lo había hurtado por error, pues ella debería hacerle el favor a su amiga de recoger un Subaru rojo (igual que el auto en cuestión) que estaría estacionado cerca de dicho lugar.
La ladrona explicó que accidentalmente se confundió de automóvil y que debido a que las llaves de los viejos modelos eran intercambiables, ella pudo llevárselo sin darse cuenta de su error.
La dueña del Subaru, luego de recuperarlo, publicó las imágenes registradas por las cámaras de seguridad y la nota que la despistada mujer dejó.
No se levantaron cargos y todo quedó en una extraña e insólita historia con final feliz.
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